No hay virtudes ni enigmas, sólo gente que no responde, tartamudos, locos,
huerfanofrénicos...esos sí que no se extinguen. Pero pronto nos iremos a un lugar peor-mejor, donde una vez más nadie se salva del sonambulismo impuesto, encendido desde siempre-nunca en la subterránea subconsciencia consciente-inconsciente de los piojos de cinco dedos, a veces 6, otras menos...
La ingeniería social ya ni siquiera se esconde, las varices en los ojos no nos dejan verla. Oligofrenia maquínica, microcefalias urgentes...virus que se alimentan fogacitando tan sólo el aire. Los vagidos ya ni se escuchan, a nadie le importa si se oyen o no.
Y yo aquí a su lado, contenta como perro con dos colas porque hay mucho poco tiempo en la vida y el humo con azúcar nos basta.
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